El 24 de marzo de 2004, el entonces presidente Néstor Kirchner junto al jefe de gobierno Aníbal Ibarra oficializaron la restitución del predio de la ESMA al Gobierno de la Ciudad para la creación del Espacio para la Memoria y la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos. Este acontecimiento de gran importancia material y simbólica se transformó en una pieza clave en el proceso de institucionalización de la memoria que había comenzado tiempo antes a partir de la larga lucha de los organismos de derechos humanos. Este proceso se consolidó en 2011 con la aprobación de la Ley de Sitios de Memoria N° 26.691, que regula los modos de preservación, señalización y difusión de estos espacios. La transformación de los ex centros clandestinos de detención en sitios de memoria así como la creación de espacios destinados a la conmemoración (Parque de la Memoria, Paseo de los Derechos Humanos) y de instituciones como archivos, museos, centros culturales, y el establecimiento del feriado por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia son resultados de la instauración de la memoria de la última dictadura como política pública.