A lo largo del proceso de lucha por memoria, verdad y justicia, surgieron otras voces de diversos actores de la vida política, social y cultural que se hicieron eco de las acciones promovidas por el movimiento de derechos humanos y comenzaron a desarrollar sus propias iniciativas de memoria. Surgieron, así, marcas producidas por centros de estudiantes, espacios gremiales, clubes de fútbol y colectividades, entre otros. Se trata de iniciativas que reconstruyen el modo particular en el que el terrorismo de Estado intervino sobre todos estos ámbitos mientras que ensayan también modalidades de reconocimiento de las víctimas, articuladas en las consignas de #NuncaMas y #NiOlvidoNiPerdón.