René Houseman, futbolista profesional, vivía en la villa de Bajo Belgrano. Una de las esquinas de este barrio hoy lo recuerda con un stencil con su rostro. Poco antes del comienzo del Mundial de Fútbol en Argentina, cientos de casas del barrio- entre ellas la de su familia- fueron demolidas por el gobierno militar y las personas que las ocupaban fueron forzadas a buscar un nuevo lugar para vivir. La privilegiada ubicación de la villa la convertían en un lugar propicio y buscado para desarrollos inmobiliarios. René Houseman fue campeón en Defensores de Belgrano y en Huracán y jugó también en Excursionistas y River Plate. Con la selección nacional, jugó el Mundial de 1974 en Alemania y el de 1978 en el que Argentina –país sede- se consagró campeón.